La ventaja comparativa puede permitir aumentar la rentabilidad y la eficiencia de una empresa, ya que depende de los recursos y de los costos laborales menores de otros países para reducir el gasto en bienes y materiales.
Además, puede permitir a los empresarios obtener una ventaja competitiva sobre otras empresas al repercutir en el ahorro del consumidor. Comprenderla y conocer los beneficios que puede aportar puede ayudarte a contribuir al éxito de una empresa.
Por eso, en este artículo hablamos sobre ella, describimos por qué es importante y la comparamos con otros tipos de ventajas en los negocios ¡Sigue leyendo!
¿Qué es la ventaja comparativa?
Es la capacidad de una economía para producir un determinado bien o servicio a un costo de oportunidad inferior al de sus socios comerciales. Esta se utiliza para explicar por qué las empresas, los países o los individuos pueden beneficiarse del comercio.
Origen y concepto de la ventaja comparativa
El concepto de la ventaja comparativa es uno de los pilares fundamentales en la economía internacional, a pesar de que su teoría fue formulada hace más de dos siglos. El economista británico David Ricardo fue quien introdujo este concepto en su obra «Principios de economía política y tributación» en 1817. Aunque puede parecer antigua, esta teoría se mantiene relevante y es ampliamente usada para explicar los beneficios del comercio internacional y guiar las políticas comerciales.
La ventaja comparativa surge como una ampliación a la ley de la ventaja absoluta propuesta por Adam Smith, el cual sostenía que los países se benefician al centrarse en la producción y exportación de bienes que pueden producir de manera más eficiente que otras naciones. Sin embargo, Ricardo cuestionó esta idea al observar que existen países que pueden ser menos eficientes en la producción de todos los bienes.
Ricardo respondió este interrogante planteando el concepto de ventaja comparativa, el cual radica en el hecho de que un país debería especializarse en la producción y exportación de aquellos bienes para los que tenga un menor costo de oportunidad relativo, y, aunque sea menos eficiente en términos absolutos que otros países, al especializarse y comerciar puede aumentar su bienestar.
El costo de oportunidad se refiere a lo que se sacrifica para producir un bien o servicio en particular. En términos de comercio internacional, se trata del monto de bienes que un país debe dejar de producir para elaborar otro tipo de bien. En este sentido, la ventaja comparativa sugiere que cada país debe especializarse en la producción de aquellos bienes y servicios para los cuales su costo de oportunidad sea menor comparado con otros países.
Reconocer y entender el origen y concepto de la ventaja comparativa es esencial para cualquier estudiante o profesional de Negocios Internacionales. Esta noción, aunque desarrollada en el siglo XIX, sigue estando vigente y es clave para entender cómo puede funcionar de manera eficiente el comercio entre naciones, cómo se deben asignar los recursos y cómo se puede optimizar la economía global para el beneficio de todos.
Beneficios del comercio basado en la ventaja comparativa
Vemos cómo el comercio basado en la ventaja comparativa puede beneficiar a las economías y sociedades a nivel global.
– Mayor eficiencia:
Cada economía tiende a especializarse en la producción y exportación de aquellos bienes y servicios en los que tenga una ventaja comparativa, es decir, en los que tiene un menor costo de oportunidad. Esto permite asignar los recursos económicos de la manera más eficiente posible.
– Aumento de la productividad:
Cuando los países se especializan en los productos y servicios en los que tienen ventaja comparativa, pueden expandir su capacidad productiva y producir más bienes y servicios con la misma cantidad de recursos.
– Incremento en el consumo:
La especialización y el comercio basado en la ventaja comparativa permite que los países dispongan de una cantidad mayor y más diversa de bienes y servicios, aumentando la variedad de productos disponibles para los consumidores y mejorando su bienestar.
– Beneficios mutuos:
Incluso aquellos países que son menos eficientes produciendo ciertos bienes pueden beneficiarse del comercio internacional si se enfocan en los bienes y servicios en los que tienen menor costo de oportunidad relativo.
– Fomento a la competitividad:
El comercio internacional obliga a las empresas a competir con firmas de todo el mundo, lo cual impulsa la innovación, mejora la calidad de los productos y favorece la eficiencia.
– Mejoramiento del nivel de vida:
Mediante el comercio basado en la ventaja comparativa, los países pueden obtener bienes y servicios a precios más bajos en el comercio internacional que los que tendrían que pagar si los produjeran internamente. Esto genera un aumento en la capacidad de compra y, por lo tanto, una mejora en el nivel de vida de sus habitantes.
Entender y aplicar la teoría de la ventaja comparativa es esencial para los países y las empresas que buscan competir efectivamente en el escenario económico global y capitalizar los beneficios que ofrece el comercio internacional.
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¿Cómo afecta la ventaja comparativa al comercio internacional?
Esta teoría de la ventaja comparativa parte de la base de que distintos países van a comerciar entre sí. Por ello, algunos países tendrán una ventaja comparativa sobre otros en determinados bienes. Esto se basa totalmente en los recursos del país, por supuesto.
En el comercio entre países, supongamos que el país A tiene una gran industria maderera, mientras que el país B tiene una gran industria mineral y necesita madera. Aunque el país B podría producir su propia madera, le resultaría más ventajoso producir más minerales. Así podrían comerciar con el país A.
Sin embargo, esta teoría de la ventaja comparativa ha avanzado mucho. Hay muchas empresas con sedes en muchos países. Como tales, ahora son las organizaciones las que la tienen en lugar de los países. El comercio internacional sigue siendo necesario, pero el modelo se ha vuelto mucho más complejo.
Es una teoría económica que se centra en producir bienes a menor costo. Cuando una empresa hace esto, aumenta sus márgenes de beneficio en la mayoría de los casos.
5 ejemplos de ventaja comparativa en el comercio internacional
Ahora sí, estos estos son 5 ejemplos que serán de utilidad.
1- Vinos de Francia:
Francia es mundialmente reconocida por su producción de vinos de alta calidad. El país posee una condiciones climáticas y geográficas únicas que favorecen el cultivo de uvas. Al tener un costo de oportunidad más bajo en comparación con otros países, el país se ha especializado en la producción y exportación de vinos, campo en el que tiene una clara ventaja comparativa.
2- Tecnología en Japón:
Con sus altos niveles de inversión en investigación y desarrollo, trabajadores altamente cualificados y acceso a materiales de alta calidad, Japón tiene una ventaja comparativa en la creación de productos tecnológicos sofisticados.
3- Café de Colombia:
Este país es conocido por producir uno de los cafés más finos del mundo. Los factores climáticos y geograficos son ideales para el cultivo de granos de café. Por lo tanto, al tener un costo de oportunidad más bajo en la producción de este producto en comparación a otros bienes, se puede decir que Colombia tiene una ventaja comparativa en este sector.
4- Textiles en Bangladesh:
Bangladesh es uno de los principales exportadores de textiles y confecciones a nivel mundial. Gracias a una gran fuerza laboral que tiene costos relativamente bajos, tiene una ventaja comparativa en la fabricación de productos textiles, que son luego exportados a nivel global.
5- Software en India:
La economía de la India ha logrado un tremendo impulso a través de su sector de TI. Con una gran cantidad de profesionales altamente cualificados en tecnología de la información y costos competitivos, India ha logrado obtener una ventaja comparativa en el sector de servicios de software.
Estos ejemplos resaltan cómo las naciones pueden utilizar sus recursos y habilidades únicas para lograr una ventaja comparativa en ciertos sectores, lo que les permite especializarse y prosperar en áreas específicas del comercio internacional.
Ventaja comparativa según David Ricardo
Como mencionamos, este concepto fue desarrollado a principios del siglo XIX por el economista David Ricardo. Él, sostenía que un país impulsa al máximo su crecimiento económico, centrándose en la industria en la que tiene la ventaja comparativa más sustancial.
Cuando se utiliza para describir el comercio internacional, la ventaja comparativa según David Ricardo se refiere a los productos que un país puede producir más barato o fácilmente que otros países. Establece que las naciones se benefician al especializarse en la producción y exportación de bienes para los cuales tienen un menor costo de oportunidad, es decir, la eficacia relativa de su producción en comparación con otras naciones.
A través de la especialización y el comercio, los países pueden ampliar su capacidad de consumo y su estándar de vida. Cada país puede enfocarse en la producción de los bienes y servicios en los que tiene mayor eficiencia, importando aquellos en los que otros países tienen una ventaja comparativa.
Aunque este término suele ilustrar los beneficios del comercio, algunos economistas contemporáneos reconocen ahora que centrarse solo en esa estrategia puede dar lugar a la explotación y el agotamiento de los recursos.
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¿Cómo medir la ventaja comparativa?
Para medir la ventaja comparativa es necesario calcular el costo de oportunidad de producir un bien en un país en relación a otro. Este costo de oportunidad se expresa en términos de los otros bienes o servicios que se deben dejar de producir para realizar la producción del bien en cuestión.
Por ejemplo, si un país puede producir 10 toneladas de arroz o 5 toneladas de trigo con los mismos recursos, el costo de oportunidad de producir una tonelada de arroz es 0.5 toneladas de trigo (bien que se sacrifica). Si el mismo cálculo en otra nación resulta ser menor, entonces ese país tiene una ventaja comparativa en la producción de arroz.
Recordemos que un país tendrá ventaja comparativa en la producción de un bien si el costo de oportunidad de producir ese bien es menor al costo de oportunidad en otros países.
– Índice de ventaja comparativa revelada (IVCR)
Otra forma de medir la ventaja comparativa es a través del índice de ventaja comparativa revelada (IVCR) que fue propuesto por el economista Bela Balassa en 1965. El IVCR de un bien se calcula como el cociente entre la proporción que ese bien representa en las exportaciones totales de un país y la proporción que ese mismo bien representa en las exportaciones totales del mundo. Un IVCR mayor a uno implica que el país tiene una ventaja comparativa en la producción de ese bien.
– Análisis de cadena de valor
Por último, se puede utilizar la técnica del análisis de la cadena de valor para identificar las actividades en las que una empresa o un país tienen una ventaja comparativa. Este análisis se centra en la identificación de las etapas del proceso de producción en las que se genera mayor valor agregado.
Es importante mencionar que reconocer y cuantificar la ventaja comparativa no es el final del proceso. Los países deberían usar esta información para diseñar políticas que fomenten la producción de los bienes y servicios en los que tienen una ventaja comparativa, buscar acuerdos comerciales favorables y apoyar la investigación y desarrollo en estos sectores. De esta manera, podrán maximizar su eficiencia y competitividad en el escenario comercial internacional.
¿Por qué es importante la ventaja comparativa?
El beneficio de la ventaja comparativa es la capacidad de producir un bien o servicio por un costo de oportunidad más bajo. Proporciona a las empresas la capacidad de vender bienes y servicios a precios más bajos que sus competidores, obteniendo mayores márgenes de ventas y una mayor rentabilidad.
Los costos más bajos no es el único beneficio. Aquí puedes ver otros:
– Negocios internacionales
Permite a las empresas entablar relaciones comerciales con otros países y crear oportunidades de empleo donde antes no las había.
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– Acceso para los consumidores
Esta práctica empresarial puede animar a las empresas a rebajar el precio de los artículos, lo que permite a algunos consumidores acceder a productos que de otro modo no podrían permitirse.
– Reasignación de fondos
Las empresas pueden utilizar el dinero que ahorran en la producción de sus bienes y servicios para mejorar en otros ámbitos como: aumentar los salarios de los empleados o mejorar el entorno laboral.
¿Qué es el costo de oportunidad?
Para entender mejor la teoría es fundamental comprender el concepto de costo de oportunidad. Estos son los beneficios que se pierden por elegir una alternativa en lugar de otras.
Representan los beneficios potenciales que un individuo, inversor o empresa deja de obtener al elegir una alternativa en lugar de otra. Dado que, por definición, los costos de oportunidad no se ven, así que es fácil pasarlos por alto. Comprender las posibles oportunidades perdidas cuando una empresa o un particular elige una inversión en lugar de otra, permite tomar mejores decisiones.
Fórmula y cálculo del coste de oportunidad
Coste de oportunidad =FO−CO
donde:
FO=Rentabilidad de la mejor opción descartada
CO=rentabilidad de la opción elegida
La fórmula para calcular el coste de oportunidad es simplemente la diferencia entre los rendimientos esperados de cada opción.
Diferencia entre ventaja competitiva y absoluta
Dentro del marco de economía y comercio internacional, estos dos conceptos se deben entender. Ambas teorías constituyen la base para explicar por qué los países se especializan en la producción de ciertos bienes y cómo se beneficiarse de un comercio internacional eficiente.
La teoría de la ventaja absoluta fue desarrollada por Adam Smith en el siglo XVIII. Según Smith, un país tiene una ventaja absoluta en la producción de un bien si es capaz de producirlo utilizando menos recursos o de forma más eficiente que otro país. En otras palabras, si un país puede producir más de un bien o servicio con la misma cantidad de insumos se dice que tiene una ventaja absoluta.
Por lo tanto, la ventaja absoluta lleva a los países a especializarse en la producción y exportación de bienes para los cuales son más productivos o eficientes, y a importar aquellos para los que otros países tienen una ventaja absoluta.
Por otro lado, la teoría de la ventaja comparativa, formulada por el ya mencionado David Ricardo, que sostiene que un país debería especializarse en la producción de aquellos bienes y servicios para los que tiene los costos de oportunidad más bajos en comparación con otros países, incluso si no tiene una ventaja absoluta en la producción de esos bienes.
Ventaja comparativa y competitiva
Por otro lado, la ventaja competitiva, concepto popularizado por Michael Porter en la década de 1980, se refiere a la capacidad de una empresa de superar a sus competidores, ya sea a través de la diferenciación de su producto, la minimización de costos, o ambos. Esta ventaja permite a las empresas generar valor agregado y atraer a un mayor número de consumidores a sus productos o servicios.
En el contexto de los negocios internacionales, las empresas buscan desarrollar estrategias que les permitan obtener una ventaja competitiva en el escenario global. Estas pueden ser la creación de productos innovadores, la utilización de tecnologías avanzadas, la explotación de economías de escala, entre otras.
Ahora que ya sabes más sobre la ventaja comparativa, sus beneficios y conoces sus diferencias, recuerda que estudiando una carrera como Negocios Internacionales puedes obtener toda la información necesaria para internacionalizar cualquier empresa de manera exitosa. ¡En UniPiloto te estamos esperando! ¿Qué esperas?