Con tantos métodos que hay en la actualidad en pro de la transformación y optimización de la formación académica, es posible que hayas oído hablar del modelo flipped classroom o aula invertida, pero como no sabes exactamente qué es y cuáles son sus beneficios no lo pones en práctica en el aula.
Por eso, si te estás preguntando cómo puede revolucionar tu método de enseñanza y tienes curiosidad por saber más sobre este tema, ¡continúa leyendo y lo descubrirás!
¿Qué es el modelo flipped classroom o aula invertida?
El modelo flipped classroom, también conocido como aula invertida, es una técnica pedagógica en la cual los roles de la enseñanza tradicional se voltean; de ahí su nombre.
El aula invertida, en lugar de que tú como docente impartas lecciones en clase y asignes tareas, los estudiantes aprenden el material teórico como tarea previa y luego, en clase, se dedican a resolver dudas, realizan trabajos prácticos o discusiones en las que estarás presente. Este cambio en el paradigma educativo pone el foco en la participación activa del estudiante y la aplicación inmediata de los conocimientos adquiridos.
Cómo funciona el flipped classroom o aula invertida
La dinámica de este método es simple: los estudiantes se preparan en casa y llegan al aula ya conocedores de la teoría, dispuestos a emplearla de una manera más dinámica y significativa.
En este caso, los “deberes” ya no son ejercicios para repetir lo aprendido, sino que son actividades que se realizan de manera conjunta y colaborativa, facilitando un aprendizaje más profundo y personalizado. Por supuesto, todo esto con el acompañamiento de la figura del docente.
¿Quién creó el modelo flipped classroom?
El origen del modelo de aula invertida se remonta al año 2007, cuando dos profesores de Colorado (EE. UU.), Jonathan Bergmann y Aaron Sams, decidieron grabar sus clases y compartirlas con sus alumnos para que vieran los videos en casa. De esta forma podían dedicar el tiempo de clase a resolver dudas, hacer experimentos y profundizar en los conceptos. Bergmann y Sams publicaron su experiencia en el libro Flip Your Classroom: Reach Every Student in Every Class Every Day (2012).
La historia del aula invertida ha estado marcada por el desarrollo de las tecnologías educativas que han facilitado el acceso a los recursos digitales y la comunicación entre docentes y estudiantes. Sin embargo, el uso de esta no es imprescindible ni determinante para aplicar este modelo, sino que lo más importante es la distribución diferente de los tiempos y las actividades de enseñanza y aprendizaje.
El aula invertida ha demostrado ser una metodología eficaz y flexible, especialmente durante y después de la pandemia, cuando se ha tenido que adaptar la educación a modalidades virtuales o híbridas.
Cómo aplicar el modelo flipped classroom
Aplicar el modelo flipped classroom en tu enseñanza puede parecer un desafío al inicio, pero los resultados valdrán la pena. Aquí te explicaremos paso a paso cómo hacerlo:
1. Selecciona el contenido teórico:
Elige el tema que desees trabajar bajo este modelo. Recuerda que debe ser un contenido en el que subrayar, resaltar, o tomar notas sea factible. Ten presente que la meta es que el estudiante llegue a clase con un conocimiento sólido sobre este tema.
2. Crea o cura los materiales de estudio:
Puedes grabar tus propias lecciones en video, escribir textos o seleccionar contenido de calidad ya existente en Internet. Esto puede ser, por ejemplo, un documental, una charla TED, un libro electrónico, o un artículo online. Lo importante es que sea accesible para que los estudiantes puedan estudiarlo en casa, a su ritmo.
3. Provee las herramientas de estudio:
Asegúrate que tus estudiantes sepan cómo sacar el máximo provecho de los materiales de estudio. Subrayar, tomar notas, hacer esquemas, utilizar aplicaciones digitales de repaso. Cada uno tendrá su método.
4. Comprueba el aprendizaje previo:
Puedes optar por una prueba corta, una actividad grupal, una discusión o simplemente preguntando a qué conclusiones han llegado para saber si revisaron el tema.
5. Desarrolla actividades en clase:
Las sesiones del aula deben estar dedicadas a la aplicación del conocimiento. Estas pueden tomar forma de debates, trabajos en grupo, proyectos, experimentos, resolución de problemas.
6. Realimentación constructiva:
Proporciona feedback oportuno y útil a tus estudiantes para que puedan mejorar. Las actividades en clase son una gran oportunidad para identificar los puntos de debilidad y ofrecer consejos útiles.
8. Revisión y ajuste:
Finalmente, mide los resultados, solicita la retroalimentación de los estudiantes y no tengas miedo de hacer ajustes cada vez que sea necesario.
Ventajas del modelo de aula invertida
Integrar el modelo de aula invertida en tu enseñanza puede traer innumerables ventajas tanto para los estudiantes como para ti como docente. Aquí te mencionamos algunas de las más significativas:
1. Interacción mejorada:
Este método da la oportunidad de que los alumnos interactúen con los docentes durante las actividades de aula, promoviendo una mayor comprensión y un ambiente más colaborativo.
2. Personalización del aprendizaje:
Cada estudiante puede aprender a su ritmo, dedicando más tiempo a los temas que le resulten complicados.
3. Estimula el pensamiento crítico:
El modelo flipped classroom favorece el desarrollo de habilidades como la toma de decisiones, la resolución de problemas y la acción autónoma.
4. Mayor responsabilidad y autonomía:
Los estudiantes tienen un papel más activo en su aprendizaje, lo que a menudo resulta en un compromiso más fuerte y un sentido de responsabilidad.
5. Flexibilidad:
Pueden acceder a materiales de estudio en cualquier momento y lugar, brindándole mayor flexibilidad a los estudiantes.
6. Reduce la brecha entre la teoría y la práctica:
Al conectar los contenidos con las necesidades y los intereses de los alumnos y con el contexto social y profesional, permite que la teoría y la práctica se fusionen.
Lee también: ¿Por qué debería estudiar la Especialización en Docencia Universitaria?
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